¿Sabémos que es realmente Sexualidad?




Casi todas las personas desean tener una vida sexual activa y satisfactoria. Pero pocos son conscientes de que la sexualidad de cada uno es mucho más amplia que la genitalidad (lo que se llama ‘el sexo’) y que vivimos a través de nuestra sexualidad. Esta se expresa de muchas maneras: el cariño y el afecto, la manera de vestirse y de moverse, el disfrute de mirar y ser mirado/a, todas las actividades que proporcionan sensaciones de placer y alegría, etc. Así, nuestra sexualidad es una fuerza vital que nos moviliza siempre; no sólo cuando buscamos relacionarnos a través de nuestra genitalidad.


En la adolescencia, maduramos físicamente, y también comenzamos a querer expresarnos a través de nuestra genitalidad. El medio nos proporciona muchos estímulos hacía el sexo: programas que muestran vínculos románticos o eróticos, avisos publicitarios que exhiben cuerpos con poca ropa o en escenas erotizadas, letras de canciones, etc. Corremos el riesgo, con tantos mensajes de este estilo, de desarrollar una imagen muy parcializada del amor, como si existiera un solo contexto para el mismo, y se ejerce mucha presión para que seamos como esa imagen.

¿Cómo pensarla más ampliamente, para vivirla con mayor profundidad? A medida que uno madura, tiene la responsabilidad de pensar en sus propios valores con relación a muchos vínculos: de familia, de amigos, y amorosos también.


Los sentimientos acerca del sexo, el compromiso afectivo con otra persona, las responsabilidades implícitas en tener una vida sexual activa, el embarazo y su prevención y las enfermedades transmitidas sexualmente (ETS) son todos temas para pensar seriamente a medida que maduramos.


El sexo es divertido si todos están de acuerdo en lo que desean hacer. No importa lo que hayas hecho o decidido antes: siempre tenés el derecho de cambiar de opinión. Nadie debe obligarte a hacer algo que no quieras hacer. Siempre tienes el derecho de decir que no.

Hay muchas maneras de disfrutar del sexo, y puedes hablar sobre ellas, con amigos y con adultos, aunque no las hagas. Cuando nos comunicamos, ayuda a conocernos, cotejar lo que pensamos con otros, y acercarnos a los demás. La sexualidad se expresa dentro del marco de vínculos y se enriquece acompañada de emociones felices, cuando las damos y las recibimos. ¡Hablá de sexo! Comunícale a tu pareja lo que sabés, y también a tus amigas y amigos, inclusive a tus padres y a tus maestros.


Es difícil ser distinto o tomar decisiones distintas a las de tus amigos. Pero, lo que tus amigos/as elijan hacer podría no ser lo que tú quieres.


Tanto tu como tú pareja deben recurrir a métodos para evitar los embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades. No importa lo que tú y tu pareja hayan acordado hacer sexualmente, siempre asegurate de protegerte. Existen muchas cosas que puedes hacer sin la ayuda del látex. Pero para otras cosas necesitas preservativos (condones). ¡Tener relaciones sexuales con precaución, lo que se llama ‘sexo seguro’, es siempre lo mejor.



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